Turismo y alojamientos rurales en Cillamayor
Mario-Ángel Marrodán, poeta palentino, describe perfectamente en su Madrigal a Cillamayor las sensaciones que trasmite este lugar:
Aquí se viene a holgar
con calma siesta sin brisa
y a holgazanear
en una tierra concisa
para nunca más andar
de prisa,
lento pasear
e ir a misa.
Descansar
en mangas de camisa.
De esta guisa
un ocioso disfrutar.
Por supuesto que acercarse a la Iglesia Parroquial de Santa María La Real y a su Necrópolis Medieval es todo un placer cultural y sensitivo. Situadas en el centro del pueblo, el Románico Palentino brilla aquí con excelencia, aun entrada la noche.
Santa María la Real, es románica, del siglo XII, aunque ha sufrido varias remodelaciones. Destacan en ella su valiosa colección de canecillos así como los capiteles de su arco triunfal. La pila bautismal románica en piedra tallada y decorada es preciosa.
Huelga hacer cualquier estudio o mención por nuestra parte ya que el Plan de Intervención del Románico Norte (Fundación Santa María La Real) ha documentado toda la historia constructiva y reconstructiva de esta iglesia.
Para saber más:
Tour Virtual cortesía de Guillermo Mendo
Web del plan de Intervención del Románico Norte
Vídeo sobre la restauración de la Iglesia de la web canalpatrimonio.com
Ir a Galería de la Iglesia
Cillamayor es, también, un lugar prometedor para los aficionados a la paleontología por la abundancia, en sus alrededores, de fósiles de animales que vivían en los mares del Jurásico.
Sus fiestas, el 15 de agosto, día de Nuestra Señora, llenan el pueblo de niños y turistas.
Y para poder
holgar nada mejor que disfrutar de los alojamientos de Turismo Rural de la localidad, y de las
instalaciones que la Junta Vecinal pone a disposición
de los usuarios. Las Escuelas y el Aula en la Naturaleza La Tejera son buenas opciones para grupos numerosos.
La cercanía a varios enclaves turísticos hacen de Cillamayor un lugar ideal para pasar unos días rodeados de Naturaleza y Románico en plena Montaña Palentina:
A fecha actual, Cillamayor es un pueblo tranquilo, un núcleo rural abierto a la proyección turística. Su románico de calidad, su olor a pan recién hecho, sus exquisitas morcillas y su sosiego invitan a vecinos y turistas a disfrutar. |